El pasado verano la anterior dirección deportiva, liderada por Ramón Planes, realizó una incorporación que se catalogaba como exitosa. Procedente de todo un FC Barcelona y tras ser una revelación de la liga, Abde aterrizaba en Sevilla con la intención de brillar en el alto nivel europeo y con un baño de masas por parte de la afición considerándolo como un fichaje estrella, utópico pensamiento que nunca llegó a cumplirse.
La temporada para Abde está resultando la pérdida total de la confianza del entrenador, de costar más de 7 millones de euros en verano a llevar dos partidos jugando los descuentos. Individualmente los números no tienden a la ilusión ya que que tan solo acumula un gol en el campeonato liguero además de la numerosa competencia que hay en su posición. Un jugador de banda puro que actualmente pelea con Fornals, Chimy, Ayoze, Assane y Rodri. Por no adelantar la vuelta de Isco que hará hueco para otro nombre en las posiciones de arriba.
El jugador marroquí no ha contado con prácticamente minutos en los últimos tres partidos ante rivales de gran nivel: Athletic Club, Atlético de Madrid y Villarreal. La vuelta de jugadores lesionados y las incorporaciones de invierno han hecho que el técnico chileno cuente muy poco con el dorsal 7 del Betis. El extremo izquierdo no termina de encontrarse en el campo pese a tener magníficas cualidades de desborde y de uno contra uno, que alguna vez ha demostrado pero muchas menos de las que se esperan.
Partidos como el de ayer, tan abiertos donde hay muchas idas y venidas, pueden ser el escenario más gustoso para el jugador de Beni Mellal con profundidad para el espacio, con opción de sortear a una defensa groguet fatigada y con un delantero referencia como Willian José esperando balones al área. Hemos de seguir esperando la mejor cara de Abde aunque resulta cada vez más complicado por su baja incidencia en los partidos.
