Opinión | Será un cara o cruz hasta el final

Han pasado algo más de 24 horas desde que dio comienzo el partido en Vallecas y este que escribe, sigue con un cabreo importante. Es frustrante e incomprensible que sigan a viéndose partidos del Real Betis Balompié como el que pudimos ver ayer frente al Rayo Vallecano.

Comenzó la jornada con victoria de la Real Sociedad, principal rival de nuestro equipo en la tabla clasificatoria. Por tanto el objetivo estaba 4 puntos. No hubiese sonado tan catastrófico si nos cuentan la situación actual en el pasado mes de agosto, pero viendo la temporada que está haciendo el equipo, sabe a muy poco.

Son ya varios los encuentros en los que además de “no dar la cara” el equipo desprende una sensación agria y que duele a este humilde bético, la incapacidad para sobreponerse a un condicionante negativo como puede ser un gol en contra. Es tanta la añoranza que siento por ese Betis que a pesar de ir por detrás en el marcador sabías que iba a terminar ganando el partido. Bendita temporada en la que una vez pasado el minuto 75, venía el Betis. No solo sabías que remontaba y terminaba ganando, era también esa implicación, esa entrega, ese sacrificio y esa unidad que te hacía alzar la victoria y que sus fieles, estuviésemos más cerca del cielo que nunca.

Hay quien a día de hoy, da esto por terminado y hacia estas personas solo me sale mirar arriba y pronunciar el “Padre, perdónalos porque no saben lo que dicen”. Casualmente cierta parte de ese grupo de personas, aunque dicen querer al Real Betis Balompié yo sigo teniendo ciertas dudas de ello. No se trata de tener una opinión diferente a la mía y por ello pienso así, nada que ver con eso, más bien con el ver cómo esas personas esperan con ansias que los resultados no acompañen al equipo en alguna jornada para así poder sacar a relucir sus tan despreciables como sesgadas y dañinas opiniones.

Hay que ser crítico, tener ambición y ser exigente con uno mismo como responsable con la empresa que le paga si se trata de un futbolista o entrenador. El compromiso, la entrega y la implicación son aspectos innegociables en un club profesional de primera división y algunos partidos no hemos estado a la altura en la presente temporada, esto es doloroso de decir, pero es la triste realidad.

No hablaré de tiempos pretéritos ni tampoco de donde venimos, es más que obvio y conocido por todos que tampoco sirva de excusa para paliar el monumental cabreo tras el partido de ayer en Vallecas. Lo que sí me gustaría recordar es una cosa, si nos dicen a inicios de la temporada que nuestro lugar a día de hoy en la clasificación, creo que muy pocos, por decir algo, se pondrían las manos en la cabeza pero como dije al inicio del presente y viendo el transcurrir de la temporada siempre se nos va la mente a ciertos partidos en los que faltó entre otras cosas actitud y compromiso.

Se leen y escuchan muchas críticas a Manuel Pellegrini y es cierto que a veces ha realizado alineaciones/cambios que no parecían lógicos ni adecuados para ese momento en concreto. Se le podría achacar el no contar más con jugadores que han demostrado tener proyección, cualidades y que esperan pacientemente que se cuente con ellos. Críticas y argumentos totalmente respetables y comprensibles, pero quería ir más allá. A día de hoy hay algún jugador que ha demostrado no poder seguir vistiendo la camiseta del Real Betis Balompié, por rendimiento y estado de forma, me refiero por ejemplo a William Carvalho. Me resulta incomprensible que no se cuente con otros jugadores como Altimira, Fran Vieites a pesar de no haber estado demasiado acertado Rui Silva pero bueno esto es una opinión y percepción mía, un bético que no es hombre de fútbol ni tampoco pretende serlo.

Soy y seguiré feliz si Dios me permite, por muchos años más, el subir las escaleras del Benito Villamarín y sentir cómo se me encoge el alma a la vez que se me eriza hasta el último rincón de mi piel. Puede que no me comprendan algun@s, serán cosas de bético “kuki”, palmero y “arrastrao”…

Hace 2 días partió al cuarto anillo un señor que conocía, un bético de los pies a la cabeza, de los de antes, del manquepierda, de los que por salud le quitaron el ver a su betis y no me creo yo que lo terminase cumpliendo, pondría todo mi dinero a esa apuesta…

La afición del Real Betis Balompié ha evolucionado, como la vida misma, ya es cuestión de a quién le pidas opinión para que valore sí a mejor o quizás no tanto.
A mi me gusta ver las cosas con perspectiva, teniendo memoria y la objetividad que se le puede pedir a un bético para opinar sobre lo que más quiere en el mundo entero, después de su familia hasta el 2º grado de consanguinidad y esto último, hay casos en los que no llega ni a esa línea en el árbol genealógico.
Echamos de menos el ambiente de felicidad que se vivía en el Benito Villamarín hace no mucho tiempo, a pesar de que la situación clasificatoria no es la que nos gustaría, habla bien esto del crecimiento de la afición.
Echo muchísimo de menos la personalidad de algun@s aficionados del Real Betis Balompié, quienes en lugar de formarse una opinión propia, que esté basada en lo que cree, piensa y ve en su equipo, se dejan arrastrar por lo que escucha y lee, ya sea en prensa o en redes sociales.

Esta temporada será un cara o cruz hasta el final y ya veremos cómo termina, lo que sí debemos tener claro es que hay que vaciarse, dejarse la piel en el estadio, los jugadores, la afición y hasta los utilleros.
Hay que darlo todo y un poco más, por el escudo de las 13 barras que tiñe nuestras vidas.

No seré yo quien diga a nadie como tiene que opinar, pero siempre me gusta decir que soy bético de “otra manera”. Solo espero y deseo una larga vida al lado de mi equipo del alma, mi Real Betis Balompié.

¡VIVA EL REAL BETIS BALOMPIÉ SIEMPRE!

Raiola Networks

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