El Tribunal Supremo ratifica en su decisión y desestima el recurso al que se aferraba Farusa acerca del pago de las acciones adquiridas por la familia Ruiz Ávalos para “salvar al Betis”. Ni el expresidente Manuel Ruiz de Lopera ni su empresa pusieron un euro de su bolsillo para hacerse con el conglomerado accionarial del 31,38% del capital social verdiblanco.
El famoso “¿Dónde estaba usted en el 92?”, dirigido por el expresidente a cierta parte de la afición bética, no era más que otro capítulo de su interminable farsa dentro del Real Betis. Según el Tribunal, Lopera empleó “dinero metálico” que no provenía de su bolsillo sino “del propio Betis”.
La sentencia afirma que se hicieron “contratos de simulación absoluta, para crear una mera apariencia de desembolso, calificada como pirueta”. Una prueba más que confirma que al Real Betis lo salvaron los béticos allá por el 2009 al alejar del club al propio Lopera.
Ese paquete de 36.869 acciones que se adquirieron falsamente para convertir al Betis en Sociedad Anónima, deberán ser destruidas ante la imposibilidad de realizar más recursos por parte del acusado. Acciones que no fueron contabilizadas para establecer el quórum de la pasada Junta General de Accionistas.