Si algo me impactó siempre del Villamarín y su gente fue su resiliencia, su capacidad para amainar temporales que auguraban tiempos difíciles, a base de amor y fidelidad. El pasear con el orgullo impoluto la camiseta de un Real Betis que deambulaba por los campos de Segunda y Tercera, y sacudirse el barro a golpe de incondicionalismo y esperanza.
Me enamoré de su finura, de su entereza en crisis deportivas e institucionales, de las ovaciones en las noches vestidas de impoluto decoro y de las agallas cuando el fútbol nos daba la espalda. Del reconocimiento a quien cuidó las trece barras por encima de las estadísticas y los números, de quien supo defender la idiosincrasia de un club legendario.
Hoy, cuando la gloria parece acercarse a tocar La Palmera, cuando la vida imparte justicia y detona la barrera del crecimiento, uno de los nuestros levanta la mano para pedir ayuda. Un tipo caritativo y solidario, cuya humildad me recuerda a esas noches de conjura en el Villamarín, a ese equipo tan entregado a su gente.
Un futbolista que renunció, tras una temporada excelsa, a competir en Europa League para jugar en un Real Betis que auguraba un prometedor futuro. El de la sonrisa eterna, el de las reivindicaciones sociales, porque sí, ninguna profesión debe privarte del derecho de libertad de expresión, y el de la autocrítica como forma de vida.
El de las noches mágicas de Copa, que se abrió con aquel doblete bajo la maravillosa niebla de Sevilla, se encendió en Vallecas con un gol para guardar en las mejores hemerotecas y estalló en la vuelta contra el Rayo Vallecano con el tanto que daba el pase a una final 17 años después. Sin embargo, el destino le tenía preparado un “frame” que los béticos nunca podrán olvidar, anotando el gol que soñaron aquellos que estuvieron en Palamós y Llagostera. El héroe de la Copa hoy nos necesita más que nunca.
Ahora, Borja necesita el calor de los béticos para volver a rugir y los béticos debemos levantar a quien agarra las trece barras sin ceder ni un segundo y se encarga de hacer Betis dónde quiera que va. Porque el club verdiblanco es de buenos futbolistas y de buenas personas, de la calidad humana de Gordillo, Cañas, Alexis, Joaquín, Cardeñosa y un sinfín de futbolistas que hoy siguen haciendo Betis por el mundo.
El beticismo quiere a Borja, es el ídolo de muchos como yo y, junto al gallego, se unirá para convertir en anécdota una nueva piedra en el camino y volver a vivir las grandes noches del Panda en un Benito Villamarín, que es como no podía ser de otra forma, su casa. Porque la duda ofende si se trata de bancar a un futbolista que ejemplifica los valores Real Betis dentro y fuera de los terrenos de juego.
Eso es escribir en ” trece barras ” Si señor gran artículo enhorabuena y Borja todo el beticismo te quiere seguro vendrán tus goles 💚💚💚
Sencillo, sincero, valiente y comprometido.
Quien podría negarle ayuda y admiración.
Sigue sonriendo “9”❤️
Sin lugar a dudas es un ejemplo a seguir como un gran profesional y persona, porque no podemos olvidar su primer año en el Betis como lucho y se sacrificó ante tantas adversidades, para después con su trabajo y cariño a estas trece barras,darnos tardes tan gloriosa, que viva el panda siempre con esa sonrisa que nos tiene que seguir dando tardes maravillosas como él es,mucho Betis
Me ha encantado y no hay mejor ejemplo lo que para mí significa ser del Betis que Borja Iglesias,este jugador junto con Bellerin y Aitor Ruibal me representan,jugadores comprometidos con la sociedad y no meros jugadores viviendo en su burbuja repleta por igual de dinero y de ignorncia
Borja grande, dentro y fuera del Campo
Lo que hizo el “Panda”debió ser un acto ejemplar y extensivo al resto de todos los futbolistas españoles y extranjeros,hay que ser valiente para hacerlo sabiendo que puede peligrar su futuro al menos en la selección sabiendo y conociendo ahora más que nunca la mafia que se mueve en este y otros deportes,es triste y no basta con la salida de rubiales, rocha y el resto incluido de la fuente deberían de ir a la calle de lo contrario seguirán su esos como este.
Buena reflexión
Identificar a Borja (o a cualquier otro futbolista) con los valores del Real Betis Balompié es puro dogmatismo. ¿Cuáles son esos valores que te dan derecho a identificarte con el Club? Yo que llevo 38 años de fidelidad incondicional al club ¿tengo el derecho a tener otros valores? ¿Me puedo considerar parte del club ó tengo que acatar una línea concreta para identificarme con mi Betis? Menos dogmatismos y más libertad para sentir como cada uno quiera en todos los sentidos. A Borja , como a cualquier profesional, compromiso y entrega en el terreno de juego. Es un profesional y se le.mide por su rendimiento. Gracias y Mucho Betis!
Hombre y pones la foto del Koala Mercenario más caro del Real Betis Balompie y no mete ni debajo de la portería….