Con la reciente mejora en los resultados de La Liga Santander, tras sumar dos victorias consecutivas, no sin sufrir, y encadenar cinco partidos seguidos marcando, de los que ha vencido tres y perdió, con polémica, ante Celta y Barcelona, el Real Betis encara la fase decisiva de la temporada, con unos próximos dos meses que prometen ser decisivos, y que comienzan con una visita al desesperado Elche, que apurará sus opciones de realizar una épica remontada para salvarse, algo que ahora parece virtualmente improbable. Y deberá ir con cuidado el Betis, ya que el Elche dio la campanada la temporada pasada en el Benito Villamarín.
Será importante que el cuadro de Pellegrini amarre esos tres puntos, porque no se pueden dar por sentado el triunfo en ninguno de los siguientes partidos; llega el Real Madrid al Villamarín, previsiblemente frito por la Champions pero obligado a ganar para seguir peleando La Liga con el Barça. Hay opciones en ese duelo, ya que el Betis le rasca por lo menos un punto al gigante blanco desde la campaña 2016/17.
Más importante posiblemente sea el siguiente partido, en el que los verdiblancos visitan al Villarreal, un rival directo por los puestos europeos, aunque en crisis de resultados desde la llegada de Quique Setién. A pesar de todo, con el cántabro, los castellonenses vencieron al Real Madrid. Además, los últimos precedentes entre Betis y ‘groguets’ benefician al Submarino Amarillo, que se ha llevado cuatro de los últimos siete precedentes entre ambos, por dos del actual equipo de Pellegrini. Con los seis puntos que separan a ambos conjuntos ahora mismo, una victoria del Betis podría suponer un golpe casi definitivo para descartar a un potente rival en la lucha por los puestos de arriba. Además, el Betis llegará a este encuentro tras la ida de los octavos de final de la Europa League, aunque el Villarreal lo hará después de disputar los de Conference League.
Tras la vuelta de esa eliminatoria el Mallorca visita Sevilla. Y no será el partido asequible que se podría esperar a inicios de temporada. Los baleares van octavos, vienen de meterle cuatro al Villarreal, y se han ganado el derecho de pelear por Europa. Eso sí, el equipo de Aguirre baja bastantes enteros lejos de casa y encadena cuatro derrotas seguidas como visitante.
Después del Mallorca, el Betis debe visitar al Atlético de Madrid. Rival peliagudo, al que el Betis no gana desde 2019 con el que ha perdido seis de los últimos siete choques. Sin renunciar a nada, esos precedentes obligan al equipo verdiblanco a ser certero en el previo duelo ante los bermellones y en los posteriores, las visitas de Cádiz y Espanyol, que pelean por el descenso. El Betis no pierde con los gaditanos en La Liga desde la temporada 1988/89, pero dos de los últimos tres choques entre ambos acabaron en empate. Y el Espanyol ya doblegó al Betis este enero y puntuó la temporada pasada en el Villamarín. Y entre esos partidos, el Betis podría disputar la ida de los cuartos de final de la Europa League.
De nuevo, puede ser esencial amarrar esos puntos, a priori, más accesibles, ya que, además de la vuelta de cuarto de UEL, el equipo se enfrenta en las jornadas siguientes, que cierran el mes de abril y abren un mayo que puede ser infernal e ilusionante a partes iguales, a Real Sociedad, en casa, Barcelona, fuera, en la que es la visita más complicada que le queda al equipo, Athletic Club, en casa, Rayo Vallecano, fuera y un derbi ante el Sevilla justo después de las semifinales de la segunda competición europea.
