Opinión| Inscritos al Plan 3.0

Arrancó la temporada 22/23 para un Real Betis inmerso en un problema que, pese a que sabíamos que existía, quizás no éramos conscientes de la gravedad o confiábamos en poder arreglar antes de empezar. El mercado se le ha atragantado al club y, como ha dicho el míster, la plantilla no está en las condiciones necesarias para la competición. A los descartes no se les encuentra destino, por los que se esperaba sacar un buen dinero no llegan ofertas convincentes (lógico, viendo los rivales las necesidades que tenemos) y Bartra se ha ido a Turquía a un día de empezar.
Con 7 jugadores aún por inscribir (se esperaba hacerlo al menos con Luiz Felipe para que cumpla sanción y estuviese para Mallorca, y ni eso) ni hablamos de refuerzos.
Lo que debía ser un mercado para dar paso adelante se ha convertido en un quebradero de cabeza y frustración para el beticismo y el propio club. Habrá que esperar al día 1 de septiembre para sacar conclusiones, pero lo cierto es que hasta entonces hay puntos en juego que valen lo mismo que dentro de 8 meses.

Pese a ello, sigue estando la totalidad del equipo campeón que nos hizo disfrutar tanto la temporada anterior. Y vaya si hemos disfrutado. El primer partido en casa se antojaba vital para apaciguar ciertos ánimos y apagar un poco el fuego generado por la situación económica. Y Pellegrini y sus pupilos se encargaron de ello. El beticismo olvidó durante 90 minutos todos los problemas y disfrutó de una victoria contundente frente al Elche. Y es que hay una simbiosis especial entre el equipo y la grada, en la que 50.000 almas animaron sin parar.
El Betis salió siendo el de la temporada pasada, sin titubeos ni un ápice de dudas. Presión alta, asfixiante, ayudas constantes y dominio en el campo rival, demostrando que este grupo juega de memoria. La expulsión temprana ayudó, pero daba la sensación de que el final iba a ser el mismo para un rival sometido desde el minuto uno.
Fekir cogió las riendas y puso la magia. El Villamarín se puso a sus pies en el cambio, algo que no se veía desde hacía mucho tiempo en el estadio y que está reservado para las grandes leyendas del beticismo. William Carvalho, pese a varios pases imprecisos, estuvo con su ‘modo cápsula’ y dió otra “masterclass” de juego en el mediocentro. Borja, además de marcar, peleó y se pegó con los centrales como siempre. Juanmi sigue siendo “O’Rei”, demostrando que tiene uno de los mayores olfatos goleadores de La Liga, siempre en el sitio y tirando desmarques sin parar. El partido de Álex Moreno, la garra de Ruibal, la pareja de centrales inconmensurables… Todo salió perfecto en el día clave. Y todo ello sin Canales y los demás ausentes.

Y es que, si a algo se agarra el bético, es a este grupo capitaneado por Pellegrini y Cousillas. Ahora toca arreglar el problema extradeportivo cuanto antes y que todo sea un remanso de paz e ilusión. ‘El Plan’ no falla y estamos todos inscritos.

Raiola Networks

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