Vamos con una nueva entrega de la sección semanal “Qué fue de…”. En ella, desde Informa Betis repasamos cada miércoles la trayectoria de un ex jugador verdiblanco antes, durante y después de su paso por el Real Betis. Esta semana, vamos a analizar a un croata que fue uno de los nombres propios del conjunto de Heliópolis durante la década de los ’90: Robert Jarni.
Nacido en Cacovek (ahora Croacia) hace poco más de 55 años, Robert Jarni fue un ex jugador del Real Betis que dejó un grato recuerdo en las gradas del actual Benito Villamarín. Alternó las posiciones de lateral y extremo, siendo amo y señor del carril zurdo, aunque también jugó en ocasiones en el centro del campo. Su golpeo, velocidad y explosividad hizo de Jarni un jugador muy poderoso y atractivo en todo el panorama europeo. Su primer club fue Hajduk Split, con quienes estuvo durante cinco temporadas en la extinta Primera División Yugoslava. En 1991, Jarni dio el salto a la Serie A italiana de la mano del Bari, donde comenzaría a hacerse un nombre en las grandes ligas europeas.
Tras dos temporadas, 58 partidos, 4 goles y 1 asistencia con el Bari, a sus 25 años Jarni se unió al Torino. Ya se había convertido en uno de los mejores laterales de la Primera División italiana. Sería una única temporada la que disputaría con Il Toro, pero no la única en Turín. Y es que en la 94/95, Jarni se comprometería con la Juventus. Allí compartiría vestuario con jugadores como Antonio Conte, Roberto Baggio o Alessandro del Piero. Con la Vecchia Signora Robert Jarni debutaría en la Copa de la UEFA, además de levantar a final de temporada la Serie A y la Copa de Italia, disputando 30 partidos en total.
Así es como llegó al Real Betis, con 26 años tras un notable paso por el fútbol italiano. Paralelamente, Jarni ya había jugado 8 partidos con Croacia y 7 con la extinta Yugoslavia. Su llegada a Sevilla sería en 1995, convirtiéndose en el fichaje más caro del Betis hasta el momento (más de 200 millones de pesetas), en un contexto marcado por la Guerra de los Balcanes. En una entrevista con Juan Bustos, Jarni explicó el por qué de su llegada. “El señor Lopera vino a verme a Italia y me convenció al momento. Es un bravo negociante. No tuvimos que hablar mucho, porque la idea de jugar esta Liga me atrae”. También reconoció que el Betis es “un buen equipo que estaba haciendo una gran campaña y que podría jugar la UEFA” y que le “hablaron muy bien de los tifosis“.
Sus dos primeras temporadas como verdiblanco fueron brillantes. Participó en 40 partidos durante la 95/96 y en 42 en la 96/97. Entre ambas, anotó 14 goles. El Betis vivía un buen momento en estos años, alcanzando el cuarto puesto en 1997 y disputando competiciones como la Copa de la UEFA o la Recopa de Europa. También rozó la gloria copera en el Bernabéu, cayendo 3-2 en la prórroga ante el Barça de Figo. Además, Serra Ferrer contaba con una gran plantilla. Vidakovic, el propio Jarni, Capi, Finidi o Alfonso eran algunos de los nombres propios. Ya en la 97/98 las cosas comenzaron a torcerse. Las tensiones con Lopera, quien quería vender a Jarni para dejarle hueco a Denílson, provocó tensiones. También es cierto que Jarni quería irse al Madrid. Tanto así que hasta el entrenador Luis Aragonés, de parte del croata, acabaría saliendo en pretemporada.
Robert Jarni abandonaría el Real Betis en julio de 1998. Su legado como verdiblanco fueron 119 partidos y 20 goles. Un jugador que dejó un gran recuerdo en el bético, que disfrutó durante tres años de sus carreras por la banda izquierda y un prodigioso golpeo de balón. Ahora, con 29 años, el croata pondría rumbo al Real Madrid a cambio de 650 millones de pesetas para el Betis. Una operación un tanto extraña, pues el Coventry City actuó como intermediario ya que Lopera no quería venderle al Madrid. Pese a ello, Jarni llegó al club merengue sin debutar con los ingleses. Allí coincidiría con su compatriota Davor Suker. En el Madrid nunca sería titular indiscutible, aunque jugaría 36 partidos, anotando 3 goles. Allí, Jarni debutaría en Champions y levantaría la Intercontinental. Pero nunca alcanzó el nivel que mostró en el Betis.
Tras una temporada como madridista, Jarni se marcharía de la Casa Blanca pero no de España. Su siguiente destino sería la UD Las Palmas, por aquel entonces en Segunda División. Con los insulares conseguiría el ascenso a Primera, anotando 6 goles en 44 partidos. Su estancia en la isla fue de dos temporadas. Desde allí, Jarni se iría a sus 33 años al Panathinaikos griego, con quienes disputaría la Champions y, al final de la temporada 01/02, se retiraría. Paralelamente a su carrera en los clubes, Jarni dejó un gran legado en el ámbito de las selecciones. Al igual que otros jugadores como Robert Prosinecki, Jarni disputó el Mundial con dos selecciones diferentes: Yugoslavia y Croacia.
Jarni formó parte de la Yugoslavia que cayó en penaltis en cuartos ante Argentina en el Mundial de Italia 1990. Sin embargo, tuvo bastante más participación con la recién nacida Selección Croata. Con Croacia, Jarni disputó la Eurocopa de 1996 y los Mundiales de 1998 y 2002. Fue en el Mundial de Francia donde Robert Jarni tuvo un papel más llamativo. Su selección fue la auténtica revelación del torneo, alcanzando la medalla de bronce. Con Croacia, Jarni disputaría en total 81 partidos, anotando 1 gol y 4 asistencias.
Tras retirarse, Jarni volvió a su equipo en Split… de fútbol sala. En esta modalidad del balompié, el croata ganó varios torneos nacionales y quedó subcampeón de la UEFA. También tuvo cierto recorrido como entrenador, dirigiendo a su Hajduk Split, al FK Sarajevo y a categorías inferiores croatas, entre otros. De hecho, hoy en día ocupa el cargo de Seleccionador Sub-17 de dicho combinado nacional. En la actualidad, Jarni es comentarista de partidos de fútbol en la televisión croata. También lanzó su marca de ropa (de igual nombre, Jarni), pues en este mundo también dio mucho de qué hablar en su etapa como futbolista.
Un jugador muy carismático. Su extravagante personalidad se mezclaba a la perfección con un gran rendimiento sobre el césped. La banda izquierda del Betis no ha tenido muchos jugadores a la altura de Robert Jarni. Las gradas del Villamarín aún recuerdan con añoranza a este jugador croata.
