Hoy, como cada miércoles, toca una nueva entrega de “Qué fue de”. Se trata de una sección semanal de Informa Betis en la que repasamos el antes, durante y después de jugadores que alguna vez defendieron las 13 barras. En el artículo de hoy, toca recordar la trayectoria de un delantero que, pese a su fugaz paso por Heliópolis, dejó un gran legado en el fútbol internacional. Hablamos de Martín Palermo. También conocido por varios apodos, como El Loco, San Palermo, El optimista del gol o El Titán. Nacido en La Plata en 1973, fue un delantero argentino de amplio recorrido tanto en el fútbol de su país natal como en España.
Sus primeros pasos como futbolista los dio entre 1992 y 1997 en Estudiantes. Sus registros (36 goles en 102 partidos) no pasaron desapercibidos. Apenas con 23 años, daría el salto a Boca Juniors, donde comenzaría a escribir su dorada historia xeneize. Tras unas tres primeras temporadas de irregularidades, acabaría rompiéndola en su carta campaña con 13 goles en 15 partidos. Una de sus principales hazañas en ese tiempo fue cuando anotó ante River al volver después de seis meses de recuperación por una lesión de cruzado. Además, debutaría con la Selección y defendería a Argentina en la Copa América 1999. Su carta de presentación ante el mundo fue aquel doblete al Real Madrid en la final de la Intercontinental del 2000.
Un Villarreal plagado de argentinos no perdió la oportunidad de ficharle y en 2001 Palermo dio el salto a Europa. Allí coincidiría con Arruabarrena, Schelotto o Cagna. Su rendimiento fue de menos a más a lo largo de tres campañas. Todo marcado por una fatídica lesión. Tras anotar un gol en una eliminatoria copera ante el Levante, Palermo fue a celebrar el tanto con la afición del Villarreal. Sin embargo, el muro se derrumbó ocasionándole una fractura de tibia y peroné. Su rendimiento caería en picado tras ese suceso. Tras un año en el dique seco, sería el comienzo del fin en la andadura de Martín Palermo con los groguets. 6, 7 y 8 goles a lo largo de estos tres años, en un total de 81 encuentros.
La falta de confianza y regularidad atrajo la atención de un Real Betis que veía en Palermo la oportunidad perfecta de hacer resurgir a un verdadero killer que llegaba libre. Víctor Fernández sería el entrenador encargado de sacar su mejor versión. Sin embargo, poco demostró en aquella 03/04. Apenas 2 goles en 12 encuentros, siendo titular en tan solo 8 de ellos. Su paso por el Villamarín no fue el deseado. Si bien el Betis acabó en novena posición peleando puestos europeos hasta última hora, lo cierto es que Palermo no dio el nivel esperado. A la temporada siguiente, Palermo probaría fortuna en el Alavés, en aquel entonces en Segunda. Oportunidad perfecta para recuperar sensaciones y volver a sentirse San Palermo. Sin embargo, Martín acabaría la temporada con tres goles y el Alavés, cuarto, no ascendería.
Tras un decepcionante paso por Europa, Palermo volvió a Boca Juniors en 2004. Sería en esta segunda etapa xeneize que un Martín Palermo más maduro lograría su mejor versión futbolística. 22 goles en la 04/05, 19 en la 05/06, 27 tantos en la 06/07, 31 en la 07/08… hasta un total de 176 dianas en 320 partidos entre sus dos andaduras en Boca. Este hecho le consagró como una leyenda del barrio de La Boca. Paralelamente, también fue importante en la Selección Argentina. Aunque quizás debió disputar más partidos de los que dispuso, el saldo de Palermo de 9 goles en 15 encuentros deja un buen recuerdo entre los hinchas de la albiceleste. Participó en la Copa América de 1999 y en el Mundial de 2010. En su palmarés figuran hasta seis títulos de Primera División con Boca Juniors.
Tras colgar las botas en 2011, Palermo probó suerte en el mundo del automovilismo. Participó en el Top Race de Argentina, una de las competiciones más prestigiosas en este sentido del país. Él y Pato Abbondanzieri se aventuraron con un Chevrolet Vectra II del equipo GT Racing. Tras ello, El Loco se inició como entrenador. Su primera aventura llegaría en 2012 de la mano de Godoy Cruz, pero se marcharía un año después. Pasaría también por Arsenal de Sarandí en 2014. Entre 2016 y 2018 entrenaría a la Unión Española chilena, logrando un meritorio subcampeonato. Ya en 2019, cogería el relevo de Pako Ayestarán en el Pachuca de México, pero sería cesado al no lograr entrar en los playoff. En la trayectoria del Palermo entrenador se sucederían clubes como el Curicó Unido, Aldosivi, Club Atlético Platense y, desde febrero de 2024, entrena al Olimpia paraguayo.
