Pepe Mel afronta un nuevo capítulo en su extensa trayectoria tras confirmarse su fichaje por el Ittihad de Tánger, uno de los clubes más reconocidos del fútbol marroquí. El técnico madrileño, que firma hasta 2028, llega con el objetivo de aportar estabilidad y personalidad a un proyecto que busca crecer a medio plazo. Con su incorporación, el club apuesta por la experiencia de un entrenador acostumbrado a gestionar situaciones complejas, moldear plantillas desde la base y potenciar a jugadores jóvenes, una de sus señas de identidad en todos los equipos que ha dirigido.
Después de su paso por el CD Tenerife, donde puso punto final a su etapa a finales de 2024, Mel regresa a los banquillos con la motivación de afrontar un desafío internacional. No será su primera aventura fuera de España, pues ya dirigió en Inglaterra y Grecia, experiencias que reforzaron su perfil como técnico adaptable y dispuesto a asumir retos en contextos futbolísticos diferentes. Su llegada al Ittihad de Tánger, además, se produce acompañado por su hombre de confianza, el preparador Nacho Pérez, lo que garantiza continuidad en su metodología de trabajo.
Para entender el calado del fichaje de Mel, resulta imprescindible recordar su huella en el fútbol español, especialmente en el Real Betis Balompié. Su historia con el club verdiblanco es doble: primero como jugador y después como entrenador, marcando dos etapas que la afición bética recuerda con especial cariño.
Como futbolista, llegó al Betis en 1989 tras formarse en el Real Madrid. Su impacto fue inmediato: en su primera temporada anotó 23 goles en 31 partidos, convirtiéndose en el máximo goleador de la Segunda División 1989/90 y en un protagonista clave del ascenso. Su facilidad para marcar dio origen a un lema inolvidable en Heliópolis: “No diga gol, diga Mel”.
Su legado como entrenador no fue menos significativo. Se hizo cargo del banquillo en 2010 y logró el ascenso a Primera División en su primera temporada. Años después, en 2014, regresó para emprender una nueva reconstrucción y volvió a conducir al equipo a la élite en la campaña 2014/15, a falta de dos jornadas. Además de los resultados, dejó una marca profunda por su apuesta firme por la cantera: numerosos jugadores debutaron con él gracias a su confianza en el talento joven.
Ahora, Pepe Mel inicia en Marruecos un proyecto que combina ambición, estabilidad y margen para construir. El Ittihad de Tánger confía en que su experiencia, capacidad formativa y visión a largo plazo impulsen al club hacia una etapa de crecimiento sostenido.

