Con algunos valientes trasnochadores y madrugadores como testigos, Real Betis Balompié y Sevilla FC disputaron este jueves a las cinco de la madrugada un amistoso en México. Se trata del primer derbi sevillano en tierras americanas, pero no el primero ni fuera de la capital hispalense (Córdoba, Osuna, Almendralejo y Getafe) ni tan siquiera más allá de la Península Ibérica (Larache en 1944, actualmente territorio marroquí). La victoria fue del Sevilla, gracias a un solitario gol de En-Nesyri en el descuento.
El partido, pese a finalizar con un 1-0, tuvo de todo. Desde regates que levantan al espectador del asiento, hasta ocasiones de todo tipo, pasando por algún que otro amago de tangana. Uno de los nombres propios de este derbi sevillano pero sin Sevilla fue Isco. El malagueño acaparó casi todo el morbo, tras haber militado en el Sevilla y haber criticado duramente a Monchi para posteriormente firmar con el eterno rival. Finalmente, Pellegrini decidió no contar con él por falta de entrenamientos. Rodri y Miranda no tuvieron motivos por el mismo motivo, mientras que Marc Roca causó baja por un virus.
El partido de los verdiblancos tuvo dos lecturas muy claras: la primera, en campo propio. Durante la primera mitad, el Betis perdió muchos balones a pocos metros de su área debido a la presión del Sevilla. Además, la zaga se vio incapaz de frenar el juego aéreo de los de Mendilibar. La falta de acierto de Rafa Mir fue el único motivo por el que el Sevilla se marchó al descanso con el marcador a cero. Quizás Abner fue la nota más positiva a nivel defensivo, aunque le falta algo de atrevimiento en ataque.
Pero en cuanto el balón alcanzaba la línea de tres medias puntas, la cosa cambiaba. Espectáculo de William Carvalho. En las bandas, Ayoze y sobre todo Luiz Henrique explotaron su verticalidad, poniendo en apuros a Juanlu y Montiel respectivamente. De hecho, la dureza sevillista se cebó con el brasileño, quien recibió una durísima entrada del argentino impropia de un amistoso (o de cualquier otro partido). La cruz del ataque fue Borja Iglesias, que falló una ocasión completamente increíble, en el más literal significado de la palabra. Un buen pase con la derecha de Luiz Henrique en el arranque del partido dejaba al Panda a dos metros de la portería, con Bono vencido. Aún así, el gallego mandó el balón por encima del larguero. Pese a ello, hay que recordar que se trata de un delantero que acumula 50 goles y 9 asistencias defendiendo las 13 barras.
Tras alinear a un once lleno de, a priori, titulares, Pellegrini refrescó el equipo con jugadores como Juanmi, Ruibal o Willian José. También entraron Bellerín y Luiz Felipe, sustituyendo a Sabaly y Pezzella (amonestado) respectivamente. El de Coín tuvo quizás la ocasión más clara de la segunda mitad, cuando Bono le sacó un mano a mano con una prodigiosa mano. También el marroquí evitó que una gran volea de Willian se convirtiera en el golazo de la noche. Debut de Chadi Riad, que sustituyó a Bartra a la par que Paul y Raúl hacían lo propio con Guido y Borja.
A modo de cierre, destacar algunos aspectos interesantes de Manuel Pellegrini. El Ingeniero apostó por un 4-3-3 en ataque, con Guido como pivote, William y Guardado de mediocentros y una delantera formada por Ayoze, Luiz Henrique y Borja. En defensa, esta formación se transformaba en un 4-4-2, con Guardado y Luiz Henrique en bandas y Ayoze cerca de Borja. Sensaciones positivas del Betis en algunos aspectos, aunque siempre queda el regusto amargo de perder otro derbi, aunque fuese amistoso.
