Se enfrentaba el Real Betis Balompié a su segundo amistoso preparatorio de esta pretemporada tras cosechar un empate sin goles en la ciudad de Viena ante el SV Grödig, donde el equipo, a pesar de no encontrar el acierto necesario para cantar gol, ofreció sensaciones esperanzadoras, sobre todo en las botas del carioca Luiz Henrique.
En su segunda parada lejos de la ciudad de Sevilla, concretamente en el país neerlandés, acaba de disputar en el mítico Philips Stadion, su segunda prueba, esta vez ante un rival de mayor entidad como el PSV Eindhoven que, además de contar con una excelente plantilla, presentaba una mayor preparación física al encontrarse en el tramo final de su pretemporada. De hecho, en siete días lucharán por hacerse con la Supercopa de los Países Bajos, ante el Ajax.
El partido discurrió con mucho ajetreo desde el principio, con un Real Betis que intentaba hacerse con el control del balón, con un centro del campo de calidad comandado por Guido Rodríguez y Sergio Canales, y un PSV que tambaleaba a la defensa bética con la incuestionable velocidad de sus atacantes.
Pronto se abrió el marcador para los locales, una acción discutible que propiciaba la pérdida en zona bética de Nabil Fekir, terminó en una contra que Gakpo se encargó de definir batiendo a Claudio Bravo y adelantando a los locales. Pasado el minuto 45, el colegiado pitaba el final de una primera parte que dejó ocasiones para ambos equipos, pero un dominio sustancial engalanado de verdiblanco.
Comenzó la segunda parte con los cambios de William José, Juanmi y Montoya y el Real Betis volvía a abogar por el control del esférico, con un trato de balón completamente cuidado e interminables transiciones en busca del hueco para el pase final. Pronto, en el minuto 7 del segundo acto, un córner excelentemente botado por Fekir, que mejoró y con él el equipo en los primeros minutos tras la reanudación, era enviado a la red de cabeza por parte de Juanmi. El primer gol del “nuevo” Betis, no podía llevar otro nombre que el del malagueño.
Cuando el equipo heliopolitano mejoraba su versión, con un control casi absoluto acentuado por la entrada de William Carvalho y el capitán, Joaquín, llegó el segundo zarpazo de los neerlandeses. Un disparo pegado a la cepa del palo derecho de Dani Martín, de apariencia imparable, salía de las botas de un recién incorporado Mwene para volver a adelantar a los suyos en el primer tiro a puerta del PSV en la segunda mitad.
Acababa el partido con un Real Betis que intentó el empate hasta el último momento, pero que sin duda mostró una imagen muy positiva a escasos días de el comienzo de los entrenamientos. Aún quedan muchas cosas que mejorar en el conjunto verdiblanco y para ello, tendrá por delante nuevos partidos preparatorios. Próxima parada, Inglaterra.