Entre rumores circulaban muchas soluciones, sonando con fuerza dos de ellas: retirar definitivamente el dorsal o entregarlo a un canterano para comenzar el ciclo de nuevo. Esto, supondría un orgullo a la vez que una responsabilidad para el elegido, ya que se trata de asumir el testigo del emblema más importante de la historia verdiblanca.
El eterno capitán del Real Betis, Joaquín, ponía fin a su etapa futbolística tras 23 temporadas en la élite del deporte rey, pasando 14 de ellas en el equipo de su vida. Su retirada deja huérfano el dorsal que lo acompañó siempre como bético, el 17.
Entre la lista corta de posibles candidatos, destaca Juan Miranda, oriundo del pueblo de Olivares y socio del Betis desde su primer año de edad. Su condición de bético indiscutible, véase en su famosa foto en la final de la copa de 2005, así como su defensa del club allá dónde va es su primer y mejor aval para ser el elegido.
Además, Miranda entró de lleno en la historia reciente del Real Betis con su gol decisivo en la tanda de penaltis de la final de la Copa del Rey, conseguida por los verdiblancos en 2023. Su imagen de rodillas y su rostro desconsolado quedarán como recuerdo inexpugnable de su afición.
Por si fuesen pocos los motivos, está cercana a producirse su renovación hasta 2027, pasando a ser pieza clave del primer equipo, condición que ha meritado en los terrenos de juego esta temporada, tras la salida de Álex Moreno. Una nueva prolongación de un amor incondicional entre el joven sevillano y su Real Betis Balompié. De seguro, a su espalda, el 17 estará a buen recaudo.