Comienzan las oficialidades pertinentes tras un día cargado de noticias y de intensas negociaciones en el Real Betis. Y es que ya es un hecho que el Real Betis Balompié, tras un largo tira y afloja con el Club Atlético Osasuna, incorpora a sus filas al atacante rosarino Ezequiel ‘Chimy’ Ávila hasta 2027, reforzando así el frente de ataque bético tras la salida de Borja Iglesias.
Después de una primera oferta considerada insuficiente por el club navarro, en el día de hoy, y a pesar de cerrar también la llegada de otro delantero -Cédric Bakambu-, el Real Betis tejió una nueva ofensiva por el argentino, convenciendo así a Osasuna con una cantidad cercana a los 5 millones de euros demandados en primera instancia por los rojillos, como informó Relevo. Por parte del jugador, en ningún momento hubo problemas, pues tuvo claro que quería vestir de verdiblanco y presionó todo lo que pudo para que así fuera, también a pesar de la intromisión de clubes como Getafe y Granada.
Con el Chimy, el Betis incorpora garra e instinto para su ataque, después de, eso sí, ir perdiendo protagonismo en los planes de Jagoba Arrasate en los últimos tiempos. Alguna lesión -recientemente en el sóleo-, y alguna que otra aspereza han terminado en el interés en cambiar de aires del propio futbolista, que a sus 29 años suma dos goles y tres asistencias en la presente temporada.
Con su incorporación, deseada por Manuel Pellegrini, el Real Betis consigue reforzar su delantera con un futbolista experimentado en LaLiga y con garantías de rendimiento inmediato. Ahora, el preparador chileno deberá encajarle al igual que al resto de refuerzos, puesto que lo de este último día ha supuesto una cierta revolución en la plantilla bética.
