Restan escasas horas para que acontezca la vuelta de ese “knockout” previo a los octavos de final de Conference League, encuentro en el que el equipo de Manuel Pellegrini tendrá que remontar el 0-1 de la ida. El conjunto croata se impuso en un atípico templo verdiblanco, que no se vistió de gala como de costumbre. De este hecho hablaba ayer el presidente de la entidad, como bien recoge El Desmarque, reconociendo que no se hicieron bien las cosas viendo el aforo del partido.
Ángel Haro comparecía ante los medios en el aeropuerto antes de embarcar a la capital croata con el equipo: “Hay que reconocer que hubo errores, no tanto por el tema de cobrar sino por cómo se hizo. Cuando está el Villamarín con 25.000 es porque hubo errores”, comentaba acerca de la deplorable imagen de un estadio, que destaca por llenar sus asientos cada fin de semana.
Sumaba a sus declaraciones las impresiones sobre el partido de vuelta, siendo claro en que de no remontar en el día de hoy sería una gran decepción para el club y la afición. El máximo dirigente bético añadía que las múltiples bajas son connotaciones negativas pero a las que debe hacerse frente con la amplia plantilla que ostenta el equipo, además de mostrar mucha confianza en el plantel.
Añadían los compañeros de El Desmarque, que era necesario remontarse atrás en el tiempo hasta en siete temporadas para ver el Benito Villamarín con esta cantidad de aficionados. Lo que no genera dudas es que los béticos se desplazarán a Zagreb para alentar al equipo en esta final europea que deparará el futuro del Betis más allá de España.