Qué fue de… Emaná

Hoy, como cada miércoles, traemos a Informa Betis un nuevo artículo de Qué fue de… En esta sección, repasamos la trayectoria de ex jugadores del Real Betis. Desde Álvaro Vadillo hasta Denilson, pasando por jugadores como Juanito, Dorlán Pabón o Juan José Cañas. En esta nueva entrega, vamos a repasar la carrera de un jugador que defendió las 13 barras en una época complicada: Achillé Emaná.

Nacido en Yaundé (Camerún) hace 41 años, Emaná inició su carrera en las categorías inferiores del Valencia tras un torneo de jóvenes en Camerún. Pero sus problemas burocráticos a la hora de trasladarse a España le obligaron a marcharse al Toulouse francés. Tras una progresión fulgurante, el camerunés debutaría en el primer equipo en el año 2002, y de allí no se movería hasta varias temporadas después. También en aquella campaña 2002/03 debutaría con Camerún a sus 21 años, en la derrota por 0-3 ante Costa de Marfil. Su posición generalmente se ubicaba en el centro del campo, aunque poco a poco iría avanzando metros. Su gran rendimiento en el Toulouse (27 goles y 7 asistencias en 220 partidos disputados) le abrirían las puertas en el año 2008 de un nuevo desafío: el Real Betis.

Emaná aterrizó en Heliópolis con 26 años a cambio de unos 7 millones de euros. Allí, el camerunés compartiría vestuario con jugadores de la talla de Juanito, Rivas, Capi, Arzu, Oliveira o Pavone. Los verdiblancos buscaban una campaña de estabilidad, pues había comenzado a acercarse a la zona baja en las anteriores. Emaná sería titular habitual aquella temporada, disputando 40 partidos y repartiendo 12 goles y 7 asistencias. Muchos lo comparaban con Finidi George, incluso el camerunés llegaría a celebrar los goles con su famoso sombrero. Un gran año en lo personal, de hecho alcanzaría el máximo valor en toda su carrera, pero no en lo colectivo. El Real Betis acabaría descendiendo con 42 puntos en la última jornada tras empatar a uno en casa ante el Valladolid. Un descenso que provocaría la salida de Lopera.

Ya en Segunda División, el Real Betis pudo retener a Emaná, quien contaba con el interés de varios equipos europeos. Su potencia, físico y velocidad le permitieron adelantar su posición, incluso compartiendo pareja de ataque con jugadores como Sergio García. Sus grandes actuaciones le permitieron ganarse a la afición del Betis. Incluso se versionó una famosa sevillana en honor al camerunés. Todos conocemos el famoso ¡Qué no nos falte Emaná, que no, que no!. Famosos eran también sus penaltis. Aquella temporada, Emaná acabaría anotando 10 goles en 28 partidos. Sin embargo, recordemos que el ambiente que se respiraba en el Real Betis no era el idóneo. Ni siquiera el gran rendimiento del ex del Toulouse permitieron a los verdiblancos ascender a Primera.

Cabe destacar que, paralelamente a su carrera en clubes, Emaná conseguiría varios logros con su Selección. 43 partidos, 7 goles, la disputa del Mundial de Sudáfrica, una Copa de Confederaciones y de tres Copa de África adornan su trayectoria con Camerún.

La plantilla del Real Betis viviría una gran revolución. Jugadores como Capi, Melli, Pavone o Sergio García abandonarían la nave verdiblanca. En cambio, la llegada de Pepe Mel abriría una nueva etapa de crecimiento. El trío formado por el camerunés, Jorge Molina y Rubén Castro quedaría grabado a fuego en el corazón de los béticos. Emaná sería en varios partidos el capitán del equipo. Esta vez sí, los verdiblancos acabarían líderes de Segunda y subiendo a LaLiga BBVA. Gran parte de la culpa la tendrían los 14 goles y 2 asistencias de Emaná en 32 partidos. Sin embargo, el camerunés no viviría el regreso a Primera. El Real Betis le traspasaría en el verano de 2011 al Al-Hilal árabe a cambio de unos 4,5 millones de euros. Una salida un tanto polémica, ya que Emaná no quería marcharse, pero el club se vería obligado a consumar la venta.

Atrás quedaría una etapa de 100 partidos, 36 goles y 9 asistencias en tres campañas como verdiblanco. Ahora, Emaná probaría fortuna en en este exótico destino. Alternaría el Al-Hilal de Arabia Saudí con el Al-Ahli y Al-Wasl de Emiratos Árabes Unidos. Sin demasiado brillo, el camerunés abandonaría Oriente Medio en 2013 para fichar por el Cruz Azul mexicano a sus 31 años. Allí, Emaná anotaría 5 goles y 1 asistencia en 18 partidos, donde se consagraría campeón de la CONCACAF Champions League. En su amplia carrera alternaría otros destinos como el Atlante FC mexicano, Tokushima Vortis japonés y Mumbai City indio, con regresos a España de la mano del Gimnàstic de Tarragona, UD Sanse o Real Jaén CF, donde colgaría las botas en 2020 con 38 años.

Un jugador único, que por cierto ahora está inmerso en su carrera como modelo. Emaná aún es recordado con cariño en el Real Betis, club en el que fue una de las pocas buenas noticias durante una de las épocas más convulsas de su historia. Sus actuaciones y sus goles fueron una esperanza a la que muchos béticos nos hemos agarrado en situaciones dramáticas. Quién sabe qué hubiese ocurrido si el camerunés hubiese llegado al Real Betis en un mejor momento, rodeado de mejores jugadores y en un contexto más positivo. Seguramente, hubiésemos cantado muchas más veces el ¡Qué no nos falte Emaná, que no, que no!.

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