“Unos que nacen, otros morirán
Unos que ríen, otros llorarán
Agua sin cauces
Río sin mar
Penas y glorias, guerras y paz”
Como cantaba el bueno de Julio Iglesias… la vida sigue igual…, otro derbi mas tirado a la basura, otro derbi mas donde no hemos conseguido ganar y en este caso ni puntuar.
El título de este articulo subraya la importancia de las contribuciones individuales al mundo y cómo, a pesar de la impermanencia de la vida, hay elementos de nuestra existencia que persisten y se entrelazan con las vidas de los demás.
Volviendo al mundo del futbol, y en este caso opinando del #ElGranDerbi, sensaciones muy contradictorias, partido entretenido y con muchas ocasiones claras de gol en ambos bandos que finalmente se decide por una acción tan polémica como injusta. Hasta cinco jugadas claras desperdició el Real Betis en la primera parte en las botas de Lo Celso y Vitor Roque, el cual cada vez se está pareciendo mas al jugador defenestrado en el Barcelona, que al que muchos hablaban de que sería el nuevo Edson Arantes do Nascimento ‘Pelé’ y que incluso se aventuraban a predecir que esos veinticinco millones de la opción de compra sería una ganga… veremos a ver… Por su parte, el Sevilla también desperdició algunas ocasiones claras, lo dicho anteriormente, una primera parte entretenida de ocasiones para lo que venían siendo los últimos derbis.
La segunda parte comenzó con la jugada, que a la postre, decantaría el partido, penalti vergonzoso el señalado, en el que el balón toca en el brazo de Diego Llorente estando este de espaldas y sin intención ninguna de jugar el balón, tan surrealista como lo es el actual estamento arbitral, por cierto, el árbitro ni siquiera fue llamado por el VAR para revisarlo… A partir de ahí el Betis desapareció del partido, imprecisiones, falta de claridad de ideas y con errores groseros atrás que pudieron ampliar en varias ocasiones el marcador para el equipo de Nervión.
Sobre la “posesión de balón” y la falta de identidad de este equipo hablamos otro día… pero lo que más me preocupó fue la falta de un plan B desde el banquillo, un giro de timón que enderezara el mal trecho rumbo del partido y lo sacara del bloqueo táctico en el que estaba inmerso, pero este, como en otras muchas ocasiones nunca llegó, y el partido fue muriendo en un quiero y no puedo de los heliopolitanos, ni los cambios, ni los actores que se introdujeron aportaron absolutamente nada… la falta de un plan B es ¿por falta de mimbres? o ¿por falta de capacidad del entrenador? Sea una u otra, tendremos que conformarnos con lo que hay, porque tenemos asumido que lo actual, es a lo máximo que podemos aspirar…
Así es, muy bien resumido. La vida sigue igual