El Real Betis quiere que el Estadio de La Cartuja se sienta lo más parecido posible al Benito Villamarín durante las dos temporadas en las que ejercerá allí como local, mientras se inician las obras de remodelación de su estadio. Para ello, el club verdiblanco ha diseñado un plan que busca no solo trasladar al equipo, sino también el ambiente, la pasión y la experiencia de los días de partido. Entre las medidas destaca la instalación de food trucks y puntos de restauración dentro y fuera del recinto.
La idea es clara: que el cambio de ubicación no se perciba como una pérdida, sino como una oportunidad para innovar. El Betis quiere que la llegada al estadio sea una celebración desde el primer momento. Así, los aficionados podrán disfrutar antes de cada encuentro de una amplia zona de ocio, con propuestas gastronómicas, bebidas y ambiente festivo, replicando lo que ya se vive en los alrededores de Heliópolis.
Dentro del estadio también se habilitarán barras y puestos móviles, diseñados para agilizar la compra de comida y bebida sin necesidad de abandonar los asientos, mejorando la comodidad y la experiencia notablemente durante los partidos.
Con estas medidas, el club aspira a que La Cartuja no sea simplemente una sede temporal, sino un lugar donde se mantenga viva la identidad bética.