Opinion| …Y que no se cansa

Don Manuel Pellegrini comienza la quinta temporada consecutiva al frente del primer equipo del Real Betis y, salvo los primeros meses, ha contado siempre con el apoyo de la prensa. Y eso que su llegada fue menospreciada por aquellos que nunca descansan en su labor de enturbiar y enfangar en torno al club de las trece barras. Que si venía porque era amiguito de Joaquín, que no quería un entrenador que los hiciera entrenar fuerte; que si estaba un “poquito acabao” y que si “Griguol 2, Manolo, Griguol 2”, entre “jajás y jejés” en las ondas; sin olvidar nunca la fake new de que se iba a China antes de empezar, que venía Jordi Cruyff, y que Manuel se había peleado con Cordón en Villareal, entre “ojús” y “tú verás” en redes de ciertos plumillas de dudosa honorabilidad.

En cierto momento, probablemente cuando terminó de cogerle el pulso a la primera plantilla y realizó los cambios pertinentes para que el equipo comenzara a funcionar y sumar victorias, la prensa decidió cambiar el discurso sobre el míster, hasta el punto de convertirlo en una especie de milagrero bien pagado al que, por el bien del Betis, convenía no enfadar. Así, de esta curiosa forma, la Mente Colmena decidió que el mantra que había que lanzar para provocar la nueva disensión era “que no se canse Manuel Pellegrini”.

Lo malo no es lanzar esa idea que, viendo cómo el tiempo ha ido colocando a Don Manuel entre los mejores entrenadores de la historia del club verdiblanco, tiene sentido. Lo malo es la constante repetición, año tras año, mercado tras mercado, de que los dirigentes hacían las cosas mal y el míster, bien. Para los tóxicos, el club ha ido empeorando el equipo cada temporada, y además, lo ha hecho en contra del criterio del entrenador, que, obviamente, viendo que no le hacen caso, se está cansando del Betis y sus administradores.

De nada sirvió que renovara dos veces. Dos, que se dice pronto. Pellegrini firmó por un proyecto de tres años, posteriormente estaba tan cansado que renovó dos años más, y por si fuera poco, en 2023 amplió su vinculación contractual un año más, hasta 2026. Con mucho cansancio. Vamos, harto del todo.

En todo este tiempo, además, los béticos hemos tenido que soportar una y otra vez que en rueda de prensa la prensa intentara sonsacar al veterano entrenador algún signo de descontento con la entidad, por pequeño que fuera. Pellegrini, gracias a Dios, es perro viejo y es difícil pillarle en un renuncio público. A algunos periodistas se le nota cierta retranca en sus preguntas, ya prácticamente lo único que les queda es la pregunta directa, a la desesperada, en plan sujétame el cubata. Imagínenlo:
– Florencio Ordóñez, de Radio Sevilla, Don Manuel ¿se quiere usted cansar ya de una p… vez?

El último capítulo de esta telenovela titulada “Que no se cansa, oiga”, son las declaraciones del míster la semana pasada en las que dejaba caer que estaba encantado con el Real Betis y que le encantaría amplliar su vinculación algún año más. Para solaz de los béticos… y de los farmaceúticos de Sevilla, que verán como aumenta la venta de bicarbonato y sal de frutas en las zonas cercanas a las redacciones de prensa.

PD: En mi humilde opinión, para que conste, el Real Betis debe esperar al final de esta temporada para decidir si se amplía el contrato a Pellegrini o no. Hay tiempo.

Foto vía: @RealBetis

Raiola Networks

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