Guido Rodríguez es una pieza fundamental en el esquema del Real Betis, el faro en la reconstrucción de un club inmerso en un crecimiento sostenido en gran parte bajo los hombros del centrocampista argentino. Un emblema del presente del Betis que se adapta como nadie a las intenciones de Manuel Pellegrini en el terreno de juego y que formaba hasta su lesión en el presente una dupla fantástica con su nuevo socio Marc Roca.
Tanto es así, que la preocupación de los béticos gira en torno a una posible salida de Guido del club, debido a la posibilidad de este de firmar su último gran contrato como profesional lejos de Heliópolis. Los cantos de sirenas de clubes con mayor poder adquisitivo que el Real Betis, entre ellos Atlético de Madrid y FC Barcelona, han tornado a insuficiente las propuestas de renovación del conjunto verdiblanco que de ninguna manera puede igualar los emolumentos de estos gigantes europeos.
Sin embargo, cuando todo parecía abocado hacia una salida inminente para la que incluso el Betis se cubrió las espaldas acelerando el fichaje de Jonnhy Cardoso, su lesión de gravedad en el peroné ha supuesto un giro radical de los acontecimientos, hasta el punto de retomar conversaciones con Guido y su entorno para valorar de nuevo su ampliación de contrato. Una nueva oportunidad para un Betis que no cesará en su intento de mantener a uno de sus capitanes.
El Real Betis ofrece a Guido Rodríguez ascender al escalafón de los mejores pagados de la plantilla, condición que se ha ganado de manera indiscutible con su juego, y la estabilidad y regularidad que el jugador ha ido encontrando desde el primer día tanto laboral como familiar en Sevilla. Incluso el propio Ángel Haro se veía optimista de nuevo con la renovación del argentino: “Seguimos queriendo renovarlo. En los próximos días volveremos a hablar”. Una renovación que sería el mejor fichaje invernal para un Real Betis que luchará de nuevo por conseguir su cuarta clasificación europea conseutiva.
