El centrocampista portugués del Real Betis se encontraba en proceso de adaptación a la dinámica de competición tras su lesión en los compases iniciales de la temporada. Apeado de la asiduidad en el esquema de juego de Manuel Pellegrini por la solidez plausible del doble pivote compuesto por Guido Rodríguez y Marc Roca, volvía al once en el anterior partido contra Las Palmas.
Sin embargo, lo que parecían buenas noticias en sintonía hacia la recuperación de un futbolista tan importante como diferencial para el conjunto verdiblanco, se tornó a preocupación cuando en el minuto 52 el luso se llevó la mano al isquiotibial de su pierna derecha y se echó al suelo con gestos de no poder continuar. Tras las pruebas pertinentes, Ángel Haro confirmaba el alcance de su lesión: “Probablemente lo perdamos hasta Navidad. No es algo grave pero dos o tres semanas mínimo”.
Un nuevo escollo para la aclimatación de William al ritmo de la competición y para un Real Betis que deberá hacer cábalas para encontrar al sustituto que cumpla el rol del angoleño de nacimiento. Así lo entendieron los béticos, que rápidamente encontraron un nombre capacitado para competir el puesto de centrocampista y que, hasta la fecha, no ha gozado de demasiadas oportunidades de la mano del técnico chileno.
Sergi Altimira, flamante fichaje del Getafe que, sin llegar a iniciar la temporada con el conjunto madrileño, recaló en el Real Betis bajo el aval de Ramón Planes, quien curiosamente también había aconsejado su incorporación al conjunto azulillo, es el foco de atención tras la lesión de Carvalho. Por características similares en cuanto al manejo de pelota en la zona de principios de creación de juego, la efectividad en el pase y quizá un poco más de recorrido defensivo, Altimira es el futbolista de la casa que debe dar un paso adelante en la rotación de la medular verdiblanca.
