En los confines del pueblo pesquero por excelencia de la provincia gaditana nacía nuestro protagonista de hoy en la sección ‘Qué fue de’. Rota sería testigo el crecimiento de Juan José, un chico que desde muy pequeño vincularía su vida al mundo del fútbol. Comienza su carrera como futbolista en el equipo de su pueblo, el Roteña. En ese tiempo, intercala su afición al fútbol base con la de fútbol sala, donde se proclama campeón de España con el Rota venciendo en la final al Real Madrid.
Juanjo Cañas llamó la atención del Real Betis con 16 años de edad, para dejar un legado histórico en el club verdiblanco, colocándose como el segundo jugador con mayor número de temporadas en el club, solo por detrás de Rogelio Sosa. El roteño entendió a la perfección la idiosincrasia de un club que hoy le considera un estandarte de su historia.
Valentía, entrega y corazón en un centrocampista que jamás excusó un esfuerzo. Un pulmón en la medular de un Real Betis que, a lo largo de sus 18 temporadas en la entidad, cosechó luces y sombras, estando siempre representado de forma sublime por el profesional que ensalzamos en este artículo. Coincidió con otras leyendas del Betis como el recientemente desaparecido Luis Márquez, su gran amigo Juan Merino, Rafael Gordillo, Alexis Trujillo, Robert Jarni, Finidi George, Alfonso Pérez o Denilson, entre muchos otros nombres escritos en negrita en la historia del club verdiblanco.
Sólo dos temporadas después de aterrizar en el Real Betis, debuta con el primer equipo en la cuarta ronda de Copa del Rey frente al Getafe en Las Margaritas, el 20 de noviembre de 1991. Aquí comenzaría la carrera profesional de un chico de 18 años que, alternaría partidos de primer equipo y filial hasta consolidarse en Segunda División en la temporada 1992/93.
Una temporada que marcaría el devenir de Juanjo Cañas en el club sevillano, convirtiéndose en un jugador franquicia absolutamente querido por aficionados y miembros del club. Justo en su primera temporada como jugador del primer equipo del Real Betis, consigue el ansiado ascenso a Primera División, disputando todos los partidos de la campaña con la excepción de uno. Sería el primer logro reseñable de un futbolista que alcanzaría cotas altas con el club de su vida.
Sin embargo, no todo iba a ser color de rosas en su carrera deportiva. Tras varias temporadas asentado en la primera categoría del fútbol español, el Real Betis disputaría una nueva final de Copa del Rey en 1997. Ante un FC Barcelona repleto de estrellas como Figo, Luis Enrique, Guardiola o Stoichkov, entre otros, caía un conjunto verdiblanco que mereció otro final diferente, por su valentía y su excelente participación en el partido. Una mala fortuna se cebaba con un Real Betis donde Cañas ya era un fijo en la titularidad.
Años después, en 2005, llegaría la revancha y la inolvidable cita de un Juanjo que recibía la mejor de las recompensas en un futbolista, levantar un título con el club de su vida. Una agónica final frente a Osasuna, se decidiría en la prórroga con un más que reconocible gol de Dani. Cañas, ejerciendo su figura como capitán, levantaba la segunda Copa del Rey para los béticos. Tras 15 temporadas en el primer equipo del Real Betis, Juanjo Cañas abandonaba la élite del fútbol español para marcharse al Alcalá. Dejaba el club verdiblanco con 302 partidos de Liga (14 goles), 41 de Copa (4 goles), 10 de UEFA (1 gol) y 5 de la extinta Recopa (1 gol).
Más allá de números, Cañas se ganó el reconocimiento y el cariño de todos los béticos, quienes solo expresan palabras de agradecimiento hacia el mítico pivote verdiblanco. Un nombre asociado con el Real Betis y vinculado a una historia de fidelidad y amor hacia el mismo. Hoy, continúa su vida cerca del Villamarín en su labor como ‘scout’ dentro de la secretaría técnica de Ramón Planes, puesto que ocuparía con la llegada de Serra Ferrer como director deportivo, quien fuese su entrenador y mentor, y que sigue manteniendo en la actualidad.
