A lo largo de estos últimos días, la polémica con los árbitros ha estado, una vez más, servida en Heliópolis. En la pasada jornada 28 del calendario liguero, Nabil Fekir fue expulsado por el colegiado a diez minutos del final del encuentro. La causa de la expulsión fue una patada sin balón a un Iker Muniain que se encaró con el futbolista recriminándole una jugada anterior. Como consecuencia, el francés dejaba a los de Pellegrini con uno menos y quedaba pendiente de sanción.
El castigo recibido por parte del galo serán dos partidos de suspensión en LaLiga. De esta forma, Fekir se perderá las jornadas 29 y 30 de la temporada. En la primera de ellas, el Betis visitará Vigo para enfrentarse al Celta, y en la segunda recibirá al Osasuna en el Benito Villamarín. En otras palabras, la estrella bética no estará disponible para su entrenador en el último partido antes del parón y en el primer encuentro después de este. Así, su descanso durante el periodo de selecciones se prolongará algunos días más. Todo ello si la situación se mantiene tal y como está actualmente y el club verdiblanco no presenta alegaciones para que el periodo de suspensión sea inferior al impuesto.
Su ausencia en Vigo garantiza al 100% su titularidad en Frankfurt este mismo jueves, día que los verdiblancos se medirán al Eintratch. Pese a que es un claro inconveniente, el futbolista acumula muchos minutos, por lo que, a no ser que lo convoque Deschamps para la selección francesa, contará con unos merecidos 16 días de descanso.
Ahora el testigo pasa a Manuel Pellegrini, que será el encargado de decidir a su sustituto en ambos choques. Por la forma de actuar del técnico chileno en situaciones similares, Joaquín gana enteros para suplirle en Balaídos y en el Villamarín a la vuelta del parón. Sin embargo, antes de eso, el equipo se juega su pase a cuartos de final de la Europa League en un encuentro en el que sí podrá contar con Nabil Fekir.
