Hoy, el juvenil del Real Betis se enfrenta al FC Porto en la vuelta de la tercera ronda de la UEFA Youth League, con la ventaja suficiente para soñar con un pase a dieciseisavos. El partido se disputará en la Ciudad Deportiva Luis del Sol (16:00), y llega tras una ida soñada en Portugal: un contundente 0–4 a favor de los verdiblancos que permite encarar el duelo de hoy con tranquilidad.
El pasado 26 de noviembre, en tierras portuguesas, el Betis dio una lección de eficacia ofensiva. El primer gol llegó pronto: al minuto 15, gracias a un remate de cabeza de Rodrigo Marina tras un saque de esquina. Luego, Antonio González firmó un doblete (minutos 21 y 34) con acierto y temple dentro del área, sentenciando la eliminatoria antes del descanso. Para cerrar la goleada, Rafa Oya aprovechó una segunda jugada al borde del final (minuto 86) y logró el 0–4 definitivo.
Fue un partido casi perfecto de los chicos de Dani Fragoso: dominio posicional, superioridad en ataques y una defensa sólida que apenas dejó respirar al Oporto.
Con ese margen, el Betis Juvenil está en condiciones de afrontar la vuelta con tranquilidad. Hoy podría verse un equipo más reposado. Además, jugar en casa puede servir para que algunos jugadores menos habituales sumen minutos y ganen experiencia.
El técnico, probablemente, priorizará la calma y la seguridad defensiva, más que la búsqueda de una goleada. En ese sentido, evitar sobresaltos ante un rival que querrá maquillar el resultado.
Para llegar a este momento, el Betis juvenil sufrió algo más en la ronda anterior ante el FC Basel. Tras perder la ida 3–2, los verdiblancos consiguieron estabilizar la eliminatoria con un 2–0 en casa, con goles de Carlos de Roa y Rodrigo Marina, asegurando así su pase para medirse al Oporto.
Eso demuestra no solo su capacidad ofensiva, sino también su resistencia: no se desconectan ante la adversidad, saben revertir situaciones complicadas y ganan con carácter competitivo.
Un pase a dieciseisavos de final de la UEFA Youth League sería un premio merecido para esta generación del Betis. Más allá del resultado, supone un reconocimiento al trabajo de cantera, al compromiso de jugadores jóvenes con proyección, y una inyección de orgullo para el club y la afición.
Para muchos jóvenes, es una oportunidad de oro para demostrar que pueden competir al máximo nivel continental.
En definitiva, hoy el Betis Juvenil tiene una gran oportunidad de sellar su pase con autoridad. Si mantienen la concentración, el orden y la ambición que demostraron en la ida.
