El domingo, el Benito Villamarín será testigo de un encuentro de vital importancia para el Real Betis. No se trata de un partido cualquiera, sino de un choque que podría marcar un antes y un después en la temporada del equipo verdiblanco. Frente a un Villarreal que, si bien no atraviesa su mejor momento, sigue siendo un rival peligroso y complicado de batir, el Betis se juega algo más que tres puntos: su sueño europeo.
El equipo de Manuel Pellegrini llega al partido en un excelente momento de forma. Tras encadenar varias victorias y empates importantes en las últimas jornadas, los béticos se sienten en racha. El triunfo en los últimos partidos ha dado una dosis extra de confianza a los jugadores, que se presentan con la moral por las nubes, sabiendo que están más cerca que nunca de alcanzar el objetivo de la clasificación europea. Con La Liga tan apretada, cada victoria es un paso más hacia la consolidación en la parte alta de la tabla, y el Betis no está dispuesto a dejar escapar la oportunidad de continuar su buen momento.
El Villarreal, por su parte, llega al Villamarín con la intención de poner fin a una racha de resultados irregulares, pero con un equipo sólido que siempre da la cara en los partidos más complicados. La plantilla dirigida por Marcelino García tiene jugadores de gran nivel, capaces de sacar lo mejor de sí mismos. Sin embargo, los de Pellegrini saben que, tras su reciente buen estado de forma, es el momento de aprovechar la ventaja y sumar tres puntos clave.
El Betis, con la racha positiva en mente, sabe que no puede permitirse fallar en casa. La afición, que siempre se hace sentir en el Villamarín, está más motivada que nunca para alentar a su equipo en un encuentro que podría ser clave para guiar el resto de la temporada. Los verdiblancos, con el apoyo de su gente, tienen la oportunidad de demostrar que están listos para dar un salto de calidad y consolidarse en la parte alta de la tabla.
